Me encanta extrañarte y no lo niego. Luego de escuchar esa canción y que
una sonrisa se me asomara en mi rostro, me aguanté un poco las ganas de
llamarte para que, en unos minutos más, al escuchar tu voz, haya un poco
más de alegría y ansiedad acumulada:
Entre la lista de lo que me encanta,
Estás tú de primera.
En presencia o ausencia, no importa.
Ahí estás tú.
Me encanta verte,
como mujer, no como trofeo,
como alma y también como cuerpo.
Como cielo e incluso como infierno.
Me gusta extrañarte,
como un escritor extraña a su muza,
como un pintor a su modelo.
O como la misma noche misma a la luna.
Me encanta verte cual pintura,
Oírte cual perfecta música.
Tocarte cual inmejorable escultura.
Sentirte así, sentirte, porque eres mi muza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario