miércoles, 23 de enero de 2013

RESUMEN DE NECESIDADES


A.G.A.Q.S.P.C.T



Este tipo de estados de ánimo no deberían existir por puro sentido de respeto del cosmos hacia el ser humano. Ese punto en el que te preguntan ¿Cómo estás? y por algún motivo te resulta más fácil decir cuál es el proceso celular en la reproducción de los dragones de Komodo, debería ser arrebatado de la existencia al menos por unos cuántos milenios.

Hoy he entendido en resumen las necesidades de existencia vital de una manera tan abrupta que si cada una se tradujera en viento, formarían el huracán más fuerte que la humanidad conociera.

Necesité demasiadas cosas, por ejemplo, necesité de sabias lecciones de vida para empezar a caminar, comer correctamente, saber las expresiones adecuadas y comportarme debidamente en las reuniones sociales.

Necesité saber de aritmética, álgebra, trigonometría, cálculo, literatura, biología, historia, física, constitución y muchas más. Precisé de un lápiz y un papel para escribir, otras veces para dibujar, en otras para lanzarlo contra algo en un momento de frustración y en últimas para ponerle una sonrisa a la tarde que amenazaba con comerme vivo y sin darme tregua. De forma más cotidiana, muchas veces, desesperado, quería llegar a mi casa y, otras, irme de ella.

Necesité de mis padres para abrazarles,  de mi hermano para hablarle y escucharle también, de mis primos para acordarme que con ellos no hay ningún rato que se torne amargo y  del resto de mi familia para saber que a pesar de todo sigue unida. Me urgió en muchas ocasiones hablar con mis amigos, esos que cuando quieran podrían hacer un libro con las mayores tonterías que he hecho en mi vida. Precisé igualmente, en muchas ocasiones, estar solo. Necesité meditar, pensar, suspirar, volver a pensar y finalmente llorar, pero solo.

Necesité muchas cosas, tal como puedes darte cuenta. Pero hoy me he dado cuenta de algo más. Hay cosas que se necesitan de forma vital y otras que simplemente se suponen como exigencias personales que si no las tienes no puedes seguir viviendo en paz con tu propia existencia. No había recordado cuándo o cuántas veces en mi vida había necesitado de alguien y no sé de qué tipo sea esta necesidad, pero hoy, para calmar mis ansiedades y angustias, solo precisé de un abrazo tuyo y que me dijeras que me querías.

Luego de eso, no necesito nada más.

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