Porque lo patético no es un loco,Lo patético es un idiota que se crea locoy que al proponerle la primera locura saque a floteToda la mojigatería que no lo deja existir como debe ser.Apropósito de Leopoldo María Panero quisiera agregar que…Brindo!
Brindo por esos romances de antaño que me daban en la emoción del cortejo el motivo de levantarme con una sonrisa. Por las ganas de ver a la mujer que me trasnochaba y darle un abrazo en vez de tener ganas de verla conectada para enviarle un emoticón. Brindo por los chocolates, los dulces, las postales y las esquelas que se daban las parejas, en vez de las tarjetas de un portal digital que ahora se guardan en un bolsillo del correo electrónico. Brindo y brindo con el alma por los besos francos que se dan en la boca y que saben a gloria cuando se trata de la mujer amada, en vez de esos besos artificiales que saben artificial y hacen un ruido artificial al enviarse por un guiño.
Brindo por las llamadas clandestinas que desataban la misma adrenalina de una montaña rusa en bajada, no por esos letreros electrónicos que esconden la entonación nerviosa y la sonrisa traviesa de un halago coqueto colado entre la conversación. Brindo por la mujer que roba sueños con sus letras poéticas escritas sobre un papel y no por esas que envían sentimientos en medios de transporte llamados: Cadenas de bits.
Brindo señores por las señoritas recatadas y de buenos modales que lograron salir de la atadura de la tecnología; por esas cuya delicadeza y vocabulario apropiado no les hacían perder ni rudeza ni fuerza para afrontar la vida real, no por esas que elevan improperios al viento malgastando su condición prodigiosa de ser mujer y desenamoran así a los que aún creemos en la decencia de los seres humanos.
Brindo señores por las señoritas que aún se dejan sacar a bailar esas canciones que tienen letra y sentimiento no las que están hechas de roña en forma de sexo. Y me lamento por esas que se lanzan como un tigre sobre la presa esperando que el hombre caiga ante su detestable prepotencia. Brindo caballeros, por las damas que saben esconder sus encantos a manera de invitación sugerente y no por esas que exponen sus embrujos anatómicos con ropas tan deplorables como la autoestima de quien las lleva puestas. Brindo por esa mujer sabia que sabe mantener una relación así no pase por su mejor época en vez de caer rendida en las palabras de un hambriento hormonal.
Brindo porque no hay momento más maravilloso que ese en el que ella, se rinde entre nuestros brazos, confiando que entre ellos pasean sus sueños imposibles y la protección de su humanidad hasta el fin de los días y no por esas que abrazan sin gana, a cualquiera, con olor a deseo trasnochado y a costumbre podrida en pro de un coqueteo insulso. Brindo por los romances de antaño, porque nunca veremos un romance igual. Brindo por la caballerosidad de correr el asiento, ayudarla a bajar escalones altos, decirle cosas bellas y respetarla hasta la muerte. Encontrar día a día mil maneras de enamorarlas y dejarlas en su casa con la sonrisa de quien se siente tranquila, enamorada. Brindo por esa mujer que huye de quien no le conviene.
Brindo por la decidida, la guerrera, la infinitamente inteligente, la admirable; por la mujer. Por esa que lo reúne todo y es lo suficientemente sabia de no caer en las garras de la prepotencia. Por ellas señores, pero no por todas las que tienen hormonas femeninas porque definitivamente a algunas les hace falta coraje, valor y humanidad para llamarlas así. Digo, brindo y grito que ser mujer, desde mi posición de hombre, es la evolución más grande que le pudo pasar en la humanidad. Y muy a mi pesar a algunas les queda grande ese título: ser MUJER.
Salud!
Andrés Medina
2011
Cuentos, poesías, relatos y noticias de esas historias de amor tan imaginarias que no caben en un mundo tan imperfecto como este. ¿Dije que los finales no son felices?
lunes, 20 de febrero de 2012
Brindis por el añejo mundo que no volverá
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Ohhh por Dios.... es la clase de brindis que se dejó de escuchar por estar sumergidos en los afanes del diario vivir y que además remueve la nostalgia de quienes alcanzamos a sentir esos momentos en los que se valoraban los detalles mas sutiles que hacían revolotear las mariposas en la barriga...salud!!!
ResponderEliminarVerónica me alegra que haya sido de tu gusto. Si alguna vez sentiste esos detalles sutiles y te dejaste enamorar de un caballero de verdad, entonces eres de las mujeres a las que se les puede decir MUJER sin mancillar un término tan celestial. Salud!!
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