Con lágrimas esta noche te veo partir por una calle que se desvanece bajo mis pies mientras con ritmo rabioso te veo caminar lejos pidiendo perdón por algo que puedes evitar. Sin embargo te vas. Si con una poesía te recibí, con un aire huraño te dejo mientras trato de quitar la cadena de amor que pusiste.
A la noche la dejaste gris y sin
ningún motivo para dormir, porque eran los sueños contigo lo que me impulsaba a
cerrar los ojos en la oscuridad. Ahora te dejo ir y me dejas aquí sabiendo que
a estas dos horas de sueño me las trago enteras mientras miro mis dudas de
frente. No digo que fue un placer conocerte porque placer es realmente poco.
Renuncio esta noche a mi y a insistir en lo que ya no sé cómo hallar respuesta. No
soporto tanta voz necia preguntándome por tu existencia. Prefiero que el mundo
se vaya por el caño que yo me iré con él y si en algo ayuda, volveré a visitar
mis fantasmas, especialmente a ese que se quedó dormido en la arena esperando a
que el mar se lo llevara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario